domingo, 9 de marzo de 2014

" La escena más bonita de mi subconsciente"



“ Estaba en Atocha. Tenía la sensación de estar volviendo de fiesta. Mientras cruzaba el paso de cebra me di cuenta de que estaba acompañado: a mi derecha estaba Mateo, un compañero del módulo, y a mi izquierda… ¡Jennifer Lawrence!, mi amor platónico.
Extrañado por su presencia no paraba de mirar hacia la izquierda mientras andaba en silencio. Quería asegurarme de que era realmente ella. Tras mirarla varias veces no me quedó ninguna duda, era ella, la mismísima Jennifer Lawrence.
En aquel momento me di cuenta de que estaba viviendo algo único.
Justo antes de terminar de cruzar la calle nuestras miradas se encontraron. Y me habló:

- Voy a guardar tu número.
- Yo también voy hacer lo mismo.-respondí yo.
- Ah, ¿todavía no lo has hecho?, mira que es raro…

Asombrado por la contestación, no supe qué decir. Los tres empezamos a reír mientras bajábamos las escaleras para meternos al metro. Hubo un detalle que me llamó la atención: su voz sonaba igual que en la realidad, pero traducida al español.

Cuando llegamos a los tornos del metro estábamos solos. Los demás ya habían pasado y nos habíamos quedado rezagados. Nos dirigíamos a la línea 1(Azul). Metió su billete y me colé tras ella, con la mala suerte que me pilló un guardia. Le enseñé mi tarjeta, pero me hizo pasar de nuevo por el torno.
De pronto, cuando me disponía a pasar la tarjeta por el sensor, ella se volvió y me dijo– “Voy a coger otra línea, que esta va a tardar demasiado”. Y se fue para coger la línea 4 (Marrón).

Este es el punto clave de la historia. Sentí que era dueño de mis actos. Es lo que se conoce como sueño lúcido. Pese a estar soñando podía pensar y actuar como si estuviese consciente. Lo único que no era capaz de controlar era mi entorno.

En medio de esa sensación noté que algo tiraba de mi mano derecha, tratando de avanzar. Levanté la vista y la vi. Estaba agarrado a su antebrazo.
Caminé unos metros junto a ella, hasta que de repente se dio media vuelta y me dijo: “Adiós”.  Su antebrazo se deslizó por mi mano. Rocé su muñeca, la palma de su mano y finalmente la yema de sus dedos. Vi cómo se alejaba.
Entonces, dije unas palabras que me salieron del alma:

-          Oye, que pasa, ¿que no me vas a dar dos besos?

Ella, al oír esto, se paró en seco, se dio media vuelta y se acercó a mí. El metro estaba llegando a la estación. Impulsado por algo desconocido, la abracé. Me abrazó. Besé su mejilla derecha una, dos o tres veces haciendo que se sonrojara.
En ese momento perdí la noción del tiempo. Sabía perfectamente lo que estaba pasando, sabía a ciencia cierta que estaba viviendo lo más increíble e improbable del mundo.
Bajé mis brazos a la altura de su cintura.  Su brazo izquierdo rodeó mi nuca, mientras su mano derecha me acariciaba. Tras unos segundos mirándonos a pocos centímetros, me besó. Mientras nos besábamos, comencé a temblar, temblé de la emoción del momento, temblé porque estaba ocurriendo lo que menos esperaba que fuera a suceder…

Todo era tan perfecto…No podía ser real. Una parte de mí sabía que lo que estaba viviendo era un sueño. Por otro lado me sorprendía que todo fuese tan real. Para aclarar esta enorme duda decidí cerrar los ojos, pensando que si estaba en un sueño al abrirlos todo desaparecería y despertaría en mi cama. Los volví a abrir. Me encontraba en el mismo sitio, con la misma persona, temblando. Nos separamos lentamente. Estaba tan conmocionado que no me podía mover. Cada vez estaba más convencido de que lo que estaba viviendo era real. Había usado un método que casi siempre funciona en los sueños… Pero el resultado no había sido el que esperaba. Estaba alucinando.

Entonces, ella me preguntó mi nombre y mi edad. Respondí algo descolocado después de lo que había pasado. Me volvió a besar una segunda vez. Esta vez con más ternura. Cuando nuestros labios se separaron, me miró a los ojos con una sonrisa puesta y  me dijo:

-“Tienes un “si quiero” en la boca”.

Una luz detrás de ella empezó a brillar con una fuerza cada vez mayor, difuminando la escena. Sentí como el corazón latía descontroladamente. Desperté, temblando, con los labios aún húmedos, y con la sensación de haber tocado realmente sus manos. No me había levantado aún de la cama y un millón de preguntas empezaron a invadir mi cabeza. No sabía qué hacer, me sentía algo desorientado. Tenía su imagen grabada en mi mente. Me levanté, subí la persiana para ubicarme un poco, e intenté encajar las piezas para tranquilizarme, pero fui incapaz de hacerlo. Tan sólo pude estar en silencio dudando de si realmente había sido un sueño, una vida paralela, o alguna otra dimensión totalmente desconocida. Sé que os parecerá algo absurdo, pero sentía que tenía que escribir esta historia: “ La escena más bonita de mi subconsciente.”






martes, 10 de septiembre de 2013



" El ciclo de los Muros "

" Dicen que con el tiempo te vas haciendo fuerte, tras salir de batallas internas producidas por la amistad o el amor, cuyo objetivo consiste en olvidar y avanzar. Con cada paso que damos para alcanzar la meta de la vida, van muriendo y naciendo sentimientos y emociones, de esta manera escribimos nuestro pasado.
De lo vivido, dividimos entre bueno y malo, en rachas positivas, nos encontramos en un bienestar emocional capaz de hacernos sentir que podemos con todo. En cambio, en rachas negativas, nos sentimos perdidos, desorientados al ver que no merecemos lo que nos pasa, que no merecemos sufrir, y la mejor manera de salir es asumir que esto forma parte de la vida, porque si al mal tiempo se le pone buena cara, del daño recibido seremos capaces de sacar el mejor consejo que nadie jamás podrá darte.
Algunas personas viven con secuelas y cicatrices, de aquellos tiempos en los que sufrieron tempestades violentas, y no creo que haya nadie que al recordar el sufrimiento, no sienta algo de mido y escalofríos. Yo, soy una de esas personas, que he aprendido a vivir con ello, construyendo muros del material más resistente que existe, para protegerme de los rayos más feroces de las tormentas, temiendo que lleguen al corazón.
Cuantos más muros, menos sentimientos, voy enterrando emociones, ganando seguridad y frialdad a la vez que pierdo sensibilidad, peso y fuerza, propiciando la dejadez y la desilusión, existiendo la posibilidad de caer en mi propio descontrol. Parece que te quedas sin sentimientos, sin personalidad, parece que te conviertes en un ser inerte...
Pero al haber vivido varias veces esta situación, uno aprende a no perder la calma, y sabe llevar la mejor estrategia y a desarrollar lo aprendido, ... Hasta que llegue un nuevo rayo que consiga partir los esquemas y murallas que hay dentro de mí, arrasando con todo, impulsando la restauración completa de mi ser."

martes, 19 de marzo de 2013


 "Todo por nada"

“Dicen que en estos tiempos que vivimos, la fortaleza y valentía de un padre y el amor y ternura de una madre, pueden con todo. Personas honradas, que, cada día se levantan muy temprano para ir al trabajo, para que a sus hijos no les falte de comer. Así va la rutina de hoy en día, los familiares se apoyan entre sí ayudándose unos a otros a sobrevivir, porque la mayoría de las personas no están para lujos. Aparentemente, más o menos, todo normal. Pero  de repente, empiezan a venir malas rachas económicas, no llegar a fin de mes, facturas no pagadas, deudas, lágrimas, miedo...
En casa, se escucha cada vez con más frecuencia: " hay que apretarse el cinturón, hijos míos." Cinturón o soga, da igual el nombre, cada vez te va faltando mas y más el aire, los días son bucles de sentimientos relacionados con la impotencia. A eso, súmale el sufrimiento de cargar con una realidad, la cual, los padres intentan mantener oculta, porque siempre es mejor ver una sonrisa inocente en la cara de un niño.
Llegamos al momento en el que la situación se vuelve insostenible, todo ello reflejado en una hipoteca sin poder pagar, más facturas, y una carta del banco la cual habla del embargo de la casa en la que viven, y posterior desahucio. Claro, tal realidad, es imposible de ocultar, por lo que no queda otra de decir las cosas como son, decir la verdad aunque mate.
Poneros en la piel y en las lágrimas de unos padres, que tienen que matar la inocencia de su hijo diciéndole: “Hijo, hoy dormimos en la calle”. Se cae al suelo mi alma rota en pedazos.
Eso por un lado, por otro, fíjate en la mirada de un niño al escuchar tales palabras, unos ojos apunto de romperse en cristales, expresando la tristeza al sentir una parte de lo que sienten quienes le criaron.
Pero aun así, no se rinden, los padres piden solidaridad en forma de dinero o alimentos, en el Cercanías o en la puerta de un supermercado, trayendo para sus hijos algo para darles de comer, porque a ellos, no les importa pasar hambre.
Casi sin fuerzas, el amor hacia alguien querido te da siempre un plus de energía, por lo que buscan medios materiales como cartones o mantas para combatir el frío, y, si tienen suerte algún colchón, todo ello para sentirse un poco mejor dentro de la cruel situación. Su lucha diaria a veces les da que pensar, preguntándose si merecen estar así, si algún día podrán volver a la normalidad…Incluso, puede llegar a sentirse inútiles y fracasados en esta vida, pero para mi son héroes.
Os aseguro que muchas personas jamás creerían verse en una situación así, en una situación en la que cuestión de tiempo, tu vida da un vuelco inimaginable, y es que, el problema del futuro es que ya no es lo que era, “Todo por nada”.

viernes, 11 de enero de 2013

" La realidad interior"

" Pasan los años, pasa el tiempo, y te das cuenta de que no sólo eres tú el que crece. Todo tu alrededor crece a la par que tú. En mi caso, mi alegría y mis ganas de vivir al máximo aumentan, pero a su vez, crece un sentimiento de inutilidad por no llegar a cumplir con objetivos personales y metas, crece esa frustración por no poder cumplir el sueño de mi vida y me llena de impotencia, a veces me entristece.
Muchas personas, cada una en su caso, puede que sientan esa especie de Yin Yang en su corazón, e incluso algunos, en momentos, son incapaces de aceptar la realidad tal y como es, como yo, y verse incapaz de cambiar la realidad y las circunstancias es de las peores sensaciones que siento a veces.
Entonces, llega el momento de cerrar los ojos, poned fe en vuestro sueño y veros  capaz de cumplirlo, y dejad volar vuestras mentes con una instrumental de fondo. Llega un momento en el que ni si quiera sentiréis vuestro cuerpo, y ahí, es cuando cada uno empieza a construir su "realidad interior".
Es esa realidad perfecta que a personas como yo, nos permite sobrevivir, es esa realidad que me aporta personalmente la tranquilidad para pensarme las cosas dos o tres veces antes de actuar,esa realidad idealizada que a todos nos gustaría vivir, en la que imaginamos y recordamos momentos.
Todo ello se va almacenando en mi pecho, y se va haciendo más más y más grande ese mundo, cada vez que en mi camino me encuentro con personas a las que suelo decir, que son increíbles. Para mí, esas personas son mi familia y amigos, y son tan importantes, que al fin y al cabo han sido las que me han enseñado lo que es el valor, lo que significan las lágrimas los abrazos y las sonrisas, eso que... a más de uno llena interiormente, y por ello, cada uno es un trozo de mi felicidad. 
Por eso, pienso, que la existencia de alguien querido debe valorarse con la propia vida de uno mismo. Bajo mi punto de vista, de puertas para fuera creo que llevo una vida standart, pero de puertas hacia mí, no me puedo quejar de nada, ya que admiro el valor de las cosas pequeñas y grandes que componen mi ser y mis circunstancias, y hacen que mi vida sea un lujo.
Creo que la mayoría de las personas, se paran a reflexionar en algún momento de sus vidas, buscando un lugar donde poder tomar un descanso, un lugar apacible, donde poder disfrutar de los éxitos personales y aprender de los fracasos para mejorar, ese lugar al que yo llamo, " La realidad interior".

sábado, 8 de diciembre de 2012



" Un nuevo comienzo"

“ Una palabra de nadie, bastaría para callarme. Pero aquí, las palabras tienen nombre y apellidos, porque las palabras tienen rostro. Yo busco una palabra por encima de todas las demás, una palabra que tire de mí hasta que me haga levantar. 

Una palabra anciana, una palabra joven, al fin y al cabo, palabras. Por un momento pensé en la tuya, pero después me di cuenta de que nunca escuché tu voz, simplemente, me la imaginé.

Hablé por ti, para mí. Porque tu palabra era una palabra vencida, encadenada a ese silencio que constituye tu propia historia. Era una palabra como tantas otras, perdidas en las milésimas de segundos de su pronunciación. Busco el despertar de personas, del espíritu de lucha adormecido, busco la explosión en palabras llenas de energía que nos hagan levantar la cabeza, esas palabras que nos conduzcan a un grito de liberación, , palabras que harán desatarse toda una rabia contenida, toda la impotencia presa en este puño, todas nuestras lágrimas...

Porque nosotros somos las palabras que romperán el silencio, nosotros seremos las palabras que darán color al cielo, que llenarán cada hoja en blanco como si cada vez fuera un nuevo comienzo.”

sábado, 1 de diciembre de 2012

" Un pasado perdido"

" Si te soy sincero, nunca pensé en que iba abrir los ojos. Creí que de por vida iba a estar ciego. Hasta a veces me he sentido aplastado por esa cosa, por esa cosa a lo que llaman " amor". Pero el tiempo pasa, tanto para ti, como para mi, nos hace crecer. Recuerdo que hace un par de años, eras perfecta. 
Yo vivía en un sueño, del cual no quería despertar, donde clavaba mi mirada en esos ojos, abrazaba esa espalda...A medida que mi ilusión crecía, el miedo se iba apoderando de mi hasta cercanos días atrás. Pasados estos dos años, te volví a ver una vez más, tú, en mi corazón tan especial como siempre, y yo, sembrado de pánico, un poco perdido, temblando. Me dijiste que las personas cambian, y que el tiempo nos cambia, y yo, yo no podía tan sumamente fuerte como para poder creerme eso, demasiado cruel para ese niño que tanto te había esperado. No podía creer que el vínculo que nos unía, a su vez nos estuviese separando, y, a partir de ahí, odié el destino. 
Estaba realmente enamorado de ti, y, peleaba por salvarnos, peleaba por aquello que habíamos vivido en el pasado, por aquello tan perfecto...
Pero llegó el momento en que no podía cargar más con ese sufrimiento, no podía  seguir maldiciendo mis días, no podía con el arrepentimiento de haberme negado lo más evidente del momento, no podía pensar más en la frase que me mató : " Yo no sirvo para hacerte feliz, para eso no soy suficiente" .
Deje de estar enamorado de ti, tenía la esperanza que conservaba el sentimiento, pero no un sentimiento de un amor mutuo, sino, mi esperanza era volver a verte una vez más, hace dos años, volver a ver la que eras. 
Desde entonces, he visto los mismos ojos, pero una mirada diferente, la misma espalda, pero un abrazo frío, también diferente. Lo que daría por vivir una segunda vez aquellos recuerdos... la tristeza que me invade el cuerpo de ver cómo empezó la historia, y como ha acabado, es inmensa. 
Fue precioso, pero ahora lo que vivo es el presente, me haré mas fuerte y seguiré hacia delante, abandonaré de una vez por todas estos recuerdos, porque al fin y al cabo, son recuerdos de un pasado perdido."

sábado, 24 de noviembre de 2012

" Madrid Arena, Cuatro Ángeles"

" De vuelta a casa, he venido pensando después de haber estado en una manifestación con las personas que han sufrido la pérdida de alguien querido, comprendiendo y dando mi apoyo a todos los afectados. 
Yo, por suerte, no he sido afectado directamente, pero he aquí el verdadero valor de la solidaridad, que para mí va mucho mas allá del materialismo; solidaridad también es dar parte de ti, parte de apoyo y ayuda a quien lo necesita en el momento adecuado. Se trata de ponerse en la piel de la otra persona y dejar de lado el puto pasotismo que a más de uno invade.

No sólo he pensado en este tipo de actos, en los que no acudir, me parece una falta de respeto, ya que el próximo o próxima que se encuentre de frente con la muerte, que mas que muerte en este caso prefiero llamarlo irresponsabilidad, podemos ser cualquiera de los que abrimos los ojos, respiramos, y sentimos vivos.

Todos hemos sido directa e indirectamente afectados por la tragedia, en especial familiares y amigos de Catia, Rocío, Cristina y Belén, los cuales, han denunciado todas las causas que provocaron tal incidente. Pero yo me pregunto...¿ JUSTICIA?, pensemos. ¿ De que sirven 7000 denuncias si tenemos una justicia que está basado en un metal y unos papeles con números a los que llamamos dinero?, en este país y en esta sociedad, un indemnización es más que suficiente, un millón de euros por cada fallecido, y todo solucionado, pero, PIENSA POR FAVOR... 1, 2, 3 infinitos millones, ¿ Podrán devolver la sonrisa a la hermana de Catia, a los padres de Cristina, Belén, Rocío, y a todos sus amigos y familiares? Me da que pensar que la sociedad está enferme si piensan así, y lo peor de todo es que pretenden llenar el vacío de estas personas de este modo...

Yo, Raúl Hernández Martín, con casi 18 años, tengo miedo... Y digo persona adulta por los que me tratan como tal, viendo a través de mis ojos y palabras lo que quiero decir. Los que tienen el " poder"  creen que somos máquinas, y quizás si, lo seamos, pero de lo que no se dan cuenta es que estas máquinas tienen corazón, en el que existen sentimientos que van más allá del dinero.
¿ Acaso no os dais cuenta de que están intentando comprar la sonrisa de los afectados, la muerte de Cuatro Ángeles? No os imagináis lo triste que me pongo cuando alguien pone precio a una persona.

Los ojos de Sara Martín Blanco, me lo han dicho todo, he comprendido una mínima parte del vacío que le ha quedado, y casi muero de pánico, te lo prometo, y la pongo de ejemplo porque Sara es como si fuese mi hermana, y la he visto mas de una vez llorar en silencio, pensando que nadie la iba a escuchar.
Pero aquí estoy yo, para que el mundo te escuche, por ti, por mí, y por los Cuatro Ángeles del Madrid Arena"